

Cada celebración para el Real Balneario es un reto ilusionante, una sinfonía de sensaciones en las que Isaac Loya ejerce de maestro de ceremonias. El compás lo marcan los anfitriones y un gran equipo de profesionales trabajan duro para que todo salga tal y como se ha diseñado.
El pasado fin de semana disfrutamos junto a 400 invitados en Cudillero. Una boda de otoño con encantadores detalles acordes al emplazamiento en plena naturaleza asturiana. El montaje del banquete estaba acompañado por una decoración natural con brezos, musgo, helechos, manzanas, granadas y uvas. Las cocinas del Real Balneario se instalaron en la finca Campomar para elaborar un delicioso menú.
Isabel y Álvaro nos hicieron partícipes de una jornada única ¡Enhorabuena!
Imágenes: Santy Clavel